La fotografía emocional captura aquello que no se ve pero sí se siente, es decir, es una imagen que transmite una emoción, un sentimiento que previamente ha captado. Ese sentimiento o emoción tiene el poder de hacernos recordar, además de conseguir que esos recuerdos que con el tiempo se difuminan se queden amarrados para la eternidad. Por lo que, cada vez que vuelvas a ver esta imagen todos esos sentimientos encerrados harán florecer los recuerdos en tu mente.